Thursday, December 27, 2012

Pax (Paz)

Google Images
"...Aquéllos son los que...han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso, están delante del trono de Dios, y día y noche, le sirven en su templo; y el que está sentado en el trono les dará refugio en su santuario Ya no sufrirán hambre ni sed. No los abatirá el sol ni ningún calor abrasador. Porque el Cordero que está en el trono los pastoreará y los guiará a fuentes de agua viva; y Dios les enjugará toda lágrina de sus ojos" (Apocalipsis 7:14-17 NVI)

Salud, y paz en el mundo encabezan la lista de "buenos deseos" para el nuevo años que comienza. Sin embargo, ni salud ni paz duradera son posibles en el mundo tal como está. Sea cual sea la idea que cada uno tenga sobre el momento de la llegada del período de gran tribulación mencionado en las Escrituras. la verdad es que vivimos en un constante estado de tribulación.

Por tal razón se hace tan importante este hermoso cuadro descrito por el apóstol Juan para nosotros. Aquí está la paz que se nos escapa en el presente, pero un paz que define nuestra esternidad.

El mismo Cordero, a través de cuya sangre somos limpiados, se convierte en nuestro Pastor para cuidar cada una de nuestras necesidades hasta el más mínimo detalle. La salvación es nuestra paz espiritual, un tratado hecho entre nosotros y Dios basado en el scarificio de Jesucristo.

El Pastor provererá refugio, comida, y bebida para que disfrutemos de paz física mientras descansamos en Su perfecta provisión.

Como nuestro gran Proveedor, Él también cuida esos traumas emocionales y mentales que tanto han marcado nuestras vidas. Él seca cada lágrima, y quita cada tristeza. Eso es paz del corazón.

La lucha por el paraiso en la tierra no debe ser despreciada o negada, debemos continuar siendo responsables por el cuidado de la creación de Dios. Por aceptemos la realidad, que aquí no es nuestro destino final y, con los ojos fijos en el verdadero cielo mientras nuestros pies están pegados al mundo atribulado, esperemos por la verdadera paz en Su presencia.


Thursday, December 20, 2012

El Amor En Persona

Google Images
Lectura: Tito 1-3

¿Cómo es el amor? Con frecuencia pensamos en expresiones de amor como sentimientos u obras. Hablamos de estar "enamorados", "sentirse amados", o "un acto de amor". Pero reducir el amor a algo sin rostro es negar su verdadera naturaleza.

Pablo le escribe a un pastor, Tito, sobre sus pastores. A Tito se le ha encargado la responsabilidad de organizar la iglesia en la isla de Creta. Tito debe tener cuidado de cómo se realiza el nombramiento de los hombres para el liderazgo. Pablo, el misionero más antiguo, explica en detalle por qué Tito necesita tener cuidado con la persona que asigna para la tarea de ocuparse de la iglesia. Hay falsos maestros cerca, tan sólo esperando tomar ventaja de los nuevos creyentes o de un pastor inmaduro.

El apóstol termina su carta hablando de algo que es absolutamente básico para la formación de una iglesia sana y un liderazgo a salvo de ataques de lobos disfrazados de ovejas. Comienza describiendo cómo una persona llega a la fe. Es en este punto que Pablo le pone un rostro de amor. Él escribe: "cuando se manifestaron la bondad y el amor de Dios nuestro Salvador...." Él identifica a "Dios" con "Salvador", reconociendo que la salvación viene de Dios, es de Dios, y a través de Dios. Pero, ¿cómo se "manifiesta" la bondad y el amor de Dios? Para poner verlo, deben tener un rostro, y ese rostro pertenece a Jesús que apareció primero que nada como un bebé acostado en un comedero en Belén.

Hay Hay una vieja canción que comienza más or menos así: "El amor existió cuando Dios se hizo hombre...."

No habríamos conocido el amor si Él no hubiera llegado. No sabremos cómo sentirlo a menos que miremos Sus sentimientos y descubramos su profundidad cuando dirigió su rostro hacia la cruz. No reconoceremos un acto de amor hasta lo comparemos con el acto de autosacrificio que lo llevó de un cobertizo de madera a una tabla de madera, y lo mantuvo allí. Cristo es el rostro del amor que lo sacrifica todo para salvar a todos.

Thursday, December 13, 2012

Perfecto, Pero No Santo

Google Images
Hebreos 8-10

"...Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está sanctificando" Hebreos 10:14 NVI.

Si de alguna manera te pareces a mí, el estudio de la gramática que debíamos estudiar obligatoriamente en el colegio, no era mucho más que un mal necesario. Pero hay momentos, cuando conocer lo básico de la ciencia de las palabras es muy útil para la comprensión de las Escrituras. Considera esta frase de Hebreos.

A primera vista, pareciera que hay una contradicción en este cersículo. ¿Cómo puede algo ser perfecto y al mismo tiempo no ser santo? ¿Cómo puede una persona estar en un estado de estar "sanctificando" siendo ya perfecto?

Nuestra confusión proviene de un problema con la gramática y el uso de las palabras, y un error al  aplicar uno de los principios básicos de la interpretación. El contexto, que rodea cada versículo. es crucial para comprender este versículo.

Desde el momento de aceptación de Cristo, el Espíritu Santo comienza la tarea de hacer que los creyentes lleguen a ser como Cristo: santos. Pero pocos creyentes serían tan ingenuos como para decir que ya son perfectos.

La frase "ha hecho perfectos" no se refiere al proceso de hacernos santos, se refiere a la declaración hecha por Dios sobre nosotros. Este pasaje de las Escrituras nos recuerda la perfección del sacrificio de Cristo en la cruz. Ese sacrificio fue completo. No se necesita otro. La exigencia de un Dios Santo de que el pecado fuera castigado, fue cumplido con ese sacrificio. El sacrificio de Cristo cumplió perfectamente con las condiciones de Dios y porque así fue, Dios puede declararnos perdonados, hechos perfectos.

Habiendo sido declarados perdonados, el Espíritu de Dios comienza Su obra convirtíendonos en personas que viven de acuerdo a lo anunciado. Es interestante notar, que la palabra "santo" tiene varias definiciones, y no todas significan necesariatmente "perfecto". En esta vida nunca lo alcanzamos, pero podemos ser moral y espiritualmente excelentes, dedicados a Dios y a Su servicio, o "santos", si le permitimos al Espíritu Santo obrar en nosotros.


Thursday, December 6, 2012

Las Decisiones de Otros

Hechos 26-28


Google Images
"Pero ahora los exhorto a cobrar ánimo, porque ninguno de ustedes perderá la vida; sólo se perderá el barco. Anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo, y me dijo: 'No tengas miedo, Pablo. Tienes que comparecer ante el emperador; y Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo'". —Hechos 27:22-24 NVI

Pablo está en camino a Roma. Él sabe que esa es la voluntad de Dios para su vida, y para su muerte. Junto con muchas otras ilustraciones que tenemos en las Escrituras, la vida de Pablo nos recuerda que Dios tiene un plan perfecto para nuestros días y cada uno de ellos está numerado.

A veces, las decisiones de otros tienen un efecto negativo en nuestras vidas. Eso sucedió aquí. Pablo le advirtió al líder de la seguridad que no debían dejar el puerto. El clima era demasiado impredecible en esa época del año (Hechos 27:9-11). Su consejo no fue escuchado.

Como consecuencia, el barco en el cual Pablo navegaba estaba en peligo de naufragar con todos a bordo; excepto que Dios quería a Pablo en Roma, ¡no cuarenta brazas bajo el mar!

Sin duda, había un estado de pánico general ante la posibilidad de morir en el mar. Requirió una persuasión poderosa para calmar los corazones de todas las almas a bordo de la nave de Pablo. Así que Dios le mandó a Pablo un mensaje de esperanza, entregado por un ángel. Era suficiente reunir a los marineros y pasajeros alrededor de Pablo y evitar que hicieran algo insensato mientras Dios los ponía a todos a salvo.

La lección para nosotros aquí es una de aliento. Aún cuando las decisiones necias de alguien tenga consecuencias que no habíamos planeado, podemos tener la certeza de que Dios llevará a cabo su plan perfecto en nosotros a pesar de las circunstancias imperfectas.

Ese conocimiento debe impedir que reaccionemos indebidamente cuando las circunstancias son menos que perfectas; dependiendo con confianza, y esperando en el Señor que Él llevará a cabo Sus planes a pesar de los de cualquier otro.