¿Para Qué Vives?

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"Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu diestra realice gloriosas hazañas" —Salmo 45:4.

 ¿Recuerdas tus votos matrimoniales? El Salmo 45 es un canto de boda, un llamado a la alegría y a la celebración, y un tributo al amor y a la belleza. Dale una mirada más de cerca a los votos que el salmista le pide al novio que tome. No son tan solo un compromiso hacia la mujer, sino un compromiso hacia la comunidad, y hacia Dios. El novio es un rey (Salmo 45:19). Su matrimonio, y la forma como cumple su compromiso hacia su esposa, tienen un impacto que va más allá de su casa. La nación está observando.

El mundo también observa a los creyentes, lo que hacemos tiene un impacto es ese mundo. Los votos hechos por este rey son también nuestros votos.

"Con majestad, cabalga victorioso en nombre de la verdad, la humildad y la justicia; que tu realice gloriosas hazañas" (Salmo 45:4).

Nuestro compromiso es con LA VERDAD de Dios; no tan solo con nuestras partes favoritas de ella, que la sociedad asume, o que se han diluido en interpretaciones de ella. Es nuestra obligación vivir y hablar la verdad de Dios en amor, en nuestros hogares, en nuestras sociedad, y ante Dios, nuestro Señor y Juez.

Nuestra aplicación de la verdad hacia otros debe ser suavizada por la HUMILDAD. Recordemos de dónde venimos, y lo que Dios ha hecho en nosotros, La verdad cambia el comportamiento. Estamos comprometidos a vivir la verdad en RECTITUD.

HAZAÑAS ASOMBROSAS: la verdad aplicada con rectitud resulta en HAZAÑAS que le dan gloria a Dios. Santiago dice que la fe sin la verdad muere. Podemos vivir majestuosamente, porque somos hijos del Rey y victoriosamente, porque la victoria ha sido ganada para nosotros por un Cristo crucificado y resucitado. Esos son los votos de Dios para nosotros. Los nuestros para Él son la verdad, la rectitud, hazañas maravillosas, y humildad.