Thursday, November 28, 2013

Dar Con Generosidad

Doing Good, Duke edu.—Google Images
"Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes. Como está escrito: 'Repartió sus bienes entre los pobres; su justicia permanece para siempre.' El que le suple semilla al que sembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia. Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gacias a Dios" —2 Corintios 9:8-11 NVI.

Dios en Su gracia suministra los medios para producir, y el producto final, para que nuestras necesidades físicas se vean cumplidas.

Pero el apóstol está hablando de una diferente clase de producto: la "cosecha de la rectitud". Dios nos da los medios para ser buenos, para que podamos hacer el bien.

A veces estamos tentados a equiparar lo que significa hacer el bien con ser buenos. Mientras es posible hace el bien sin ser bueno, es imposible ser bueno sin hacer el bien. ¿La diferencia? En el primer caso, la persona conjura el bien desde sus propios recursos para sus propios recursos, por sus propias razones. En el segundo, Dios le da a la persona todo lo que necesita para ser capaz de hacer lo que es bueno para SUS razones.

¿Cuál es la prueba de fuego de hacer el bien porque somos buenos? Hay dos estándares mencionados aquí. Una prueba es, consistencia: la habilidad de hacer siempre el bien, no ser sólo selectivamente bueno. La segunda es, quién recibe la gloria por nuestra bondad. Nuestra abundante bondad debería causar que los que la reciben no nos alaben a nosotros, sino a Dios. Mateo 5:16 apoya esto cuando dice: "...Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo".

Ser rico no es algo material, al menos no en una definición espiritual. Cuando Pablo dice: "Ustedes serán enriquecidos en todo sentido", nos anima a recordar que nuestro verdadero tesoro es la gracia, depositada celestialmente en nuestra cuenta para que podamos darle la gloria a Dios siendo como Él quiere que seamos, y haciendo todo lo que Él quiere que hagamos.

Thursday, November 21, 2013

La Palabra "I"

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"...para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder, el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos" —2 Tesalonicenses 1:8-10 NVI.

Lo siento, este no es un pensamiento "politicamente correcto". Puedo escuchar las voces, algunas de ellas cristianas rogándome no ser tan negativa, pensar pensamientos positivos, y concentrarme en lo mucho que Dios nos ama.

Lo lamento, hoy no lo haré. Voy a usar la palabra "I"; esa que evitamos para no ofender and alienar. Acúsenme de ser negativa, pero el Infierno es un lugar negativo y como yo no quiero que tú vayas, tengo que advertirte que efectivamente existe, y debe ser evitado a toda costa.

Porque Dios nos ama es que hizo posible para nosotros no tener que ir al infierno. El mensaje del infierno no deja de tener su lado positivo. Los creyentes no van allá. Aquellos que conocen a Dios a través de la fe en Cristo Jesús y Su obra en la cruz en nuestro lugar nunca olerán el humo o sentirán el calor de la llama.

Pero ten esto por seguro: aquellos que no creen irán al infierno. Cristo murió para salvarnos a todos, pero no todos serán salvos. Uno escoge el cielo o el infierno. Uno escoge el cielo, porque ha escuchado y respondido a la voz de Su Espíritu susurrando a nuestro espíritu y enterrando la fe en nuestro corazón. Uno escoge el infierno cuando niega los susurros del Espíritu sobre el pecado, la rectitud, y el juicio por venir (Juan 16:7-14). Rechazar la obra del Espíritu es un pecado que ni siquiera Dios perdona (1 Juan 5:16).

El infierno es un mensaje negativo. ¿Debes aceptar a Cristo sólo para escapar el infierno? Es una razón, aunque no sea la mejor. Sin embargo, en este caso, donde termines es más importante que lo que te llevó allá.


Thursday, November 7, 2013

El Siervo Lidera

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"Cuando terminó de lavarles los pies, se puso el manto y volvió a su lugar. Entonces les dijo: —Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes. Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió. ¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica" —Juan 13:12-17 NVI.

Algunas personas nunca aprenden cómo servir. Otras sirven, pero sólo como un peldaño para escalar posiciones. Después, cuando el servicio se convierte en algo inferior a su dignidad, esperan ser servidos. Otros sirven porque su dignidad descansa en seguir el ejemplo del Señor y en complacerlo por encima de todos los demás.

Cuando Jesús lavó los pies de Sus discípulos la noche antes de ir a la cruz en el máximo acto de servicio, él mostró una actitud que debe caracterizar a todos los creyentes. Es de notar que Jesús dirigió ese mensaje especialmente al futuro liderazgo de la iglesia.

En los momentos íntimos de la última cena con Sus discípulos, Él les dijo, a través de un acto de servicio personal, que los líderes deben servir o descalificarse a sí mismos del ministerio. "Ningún mensajero es más grande que el que lo mandó".

Esa es la pastilla amarga de tragar para aquellos de nosotros a quienes la posición exaltada de los mensajeros de Dios exige que estemos arriba cambiando pañales sucios en la guardaría, lavando platos después del banquete de Navidad en la iglesia, o humillándonos en arrepentimiento cuando hemos pecado justo como le pedimos a nuestros seguidores que hagan cuando han servido a Dios.

La verdad es: los líderes lideran con el ejemplo. Las palabras son dichas en vano sin una actuación que les respalde. Santiago dice que la fe sin el seguimiento de la obras está muerta. Los líderes sirven, los seguidores sirven, porque nuestro Maestro y Señor nos da el ejemplo.